¿Por qué no puedo tolerar las cosas que otras personas piensan que son normales?

Es fácil saber lo que alguien dice .

Es bastante difícil saber por qué alguien dice lo que dice.

Un hombre quería pedir prestado un caballo a su vecino. Así que se acercó a su vecino y le pidió que prestara su caballo. Pero el vecino le dijo al hombre: ‘¡Lo siento!’ Luego le dijo que ya había entregado su caballo a otra persona.

Sin embargo, cuando el hombre estaba a punto de regresar a su casa, escuchó un relincho de un caballo en el establo.

Emocionado de felicidad, el hombre se volvió hacia su vecino y dijo: ‘¡Ajá! Usted dijo que el caballo no está con usted, pero el caballo está allí en su granero. Lo acabo de escuchar.

El vecino frustrado entonces respondió: ‘¡Qué hombre eres! Puedes entender un caballo, pero ¿no puedes entender a un hombre?

Debemos aprender a comprender los significados de las palabras incluso cuando no son verdaderas.

Se dicen algunas mentiras para ocultar las verdades que son amargas.

Es mejor entender la verdad detrás de las mentiras en lugar de confrontar a la persona y escuchar las verdades.

Algunas verdades pueden hacer que todos se sientan incómodos.

Es mejor ignorar algunas mentiras por el bien de la cordura y las relaciones mutuas.

Referencias

Fuente de la historia: “Practicar la inteligencia espiritual: para la innovación, el liderazgo y la felicidad” por Awdhesh Singh Practicar la inteligencia espiritual

Fuente de la imagen del caballo: http://www.horsebarns.us/interio…

A lo que se refiere, son de hecho cosas relacionadas con la individualidad o reputación de cada uno. Cada uno de nosotros puede tomar ciertas libertades con quienes interactuamos y eso varía. Creo que el punto límite es cuando nuestras respuestas o preguntas se vuelven ofensivas, y todos tenemos diferentes límites de ofensiva. (de hecho, este límite está muy influenciado por el tono y el tono, el lenguaje corporal, ¡qué agradable es la apariencia de los demás, etc.!) Y es esencial que permanezcamos dentro de este límite en todas nuestras interacciones. Y como ya has notado, el límite de tu esposo y el tuyo varían.