Bueno, primero que nada, solo ALGUNOS economistas de los Estados Unidos atacan a los alemanes (ejem Paul Krugman). Otros son neutrales o simpáticos. A la mayoría de los keynesianos no les gustan las políticas alemanas, y los keynesianos dominan actualmente la profesión económica de los Estados Unidos. Pero no todos son keynesianos.
Y no deberían detenerse. Los economistas deben expresar su opinión, siempre y cuando estén respaldados por evidencia. Esa es la única manera de refinar y mejorar las teorías.