Google “recompensas químicas del cerebro”. Todos somos adictos a la serotonina y la dopamina. Olvidaste mencionar todas las cosas que hacemos para evitar consecuencias negativas. En cuanto al retraso de la gratificación, es muy significativo. Sin embargo, la recompensa puede ser un estado de ánimo. Ejemplo: como verduras todos los días, que no disfruto especialmente, en la creencia de que me ayudarán a llevar una vida larga y saludable.
Entonces, ¿cómo evaluamos todo en el mundo para poder elegir? Valores emocionales. Ejemplo: ¿Por qué no comemos nuestra comida favorita todos los días? Porque su valor emocional cambia con el tiempo, al igual que el valor de la mayoría de las cosas.
El valor emocional determina lo que recordamos, y cada decisión.
¿Por qué nos preocupamos? Para hacer frente a un mundo en constante cambio, debemos poder hacer predicciones, algunas de las cuales tendrán consecuencias negativas: algo de lo que preocuparse. En teoría, a menos que el cerebro recompensara estos pensamientos, los rechazaríamos. Estas suelen ser pequeñas dosis de serotonina o dopamina. Sin embargo, algunas personas parecen recibir una dosis mucho más alta.