Estoy interesado en la intención de la pregunta. Declararlo explícitamente podría ayudar a iluminar lo que consideraríamos una respuesta significativa.
Respuesta corta: la manipulación no es una descripción del comportamiento. Es un término de atribución que expresa la percepción de alguien de la intención y el comportamiento de otra persona en el complejo entorno de las relaciones éticas.
La pregunta es sobre la definición de “manipulación” en lugar de sobre lo que las personas u organizaciones son capaces de hacer. La palabra “manipular” en la psicología popular típica incluye muchas suposiciones sobre las personas involucradas, sus intenciones, conocimientos y capacidades.
Como se presentó en Quora, la pregunta es engañosa con respecto a su contexto. En este caso, “alguien” y “otra persona” no son individuos, sino “comercializadores” y “consumidores”. Se enturbiarían las aguas al asumir que las ideas de la psicología social popular pueden aplicarse a este contexto. Solo después de aclarar estos temas hay una base para hacer declaraciones sobre lo que las “personas” son capaces de hacer y lo que debemos considerar un comportamiento ético.
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El fraseo del OP en ResearchGate pregunta:
¿Está al tanto de cualquier definición / enfoque del concepto de manipulación que implique que una manipulación pueda ocurrir involuntariamente?
Leí el artículo en el enlace (Xiao y Benbasat 2011) durante mi investigación sobre la manipulación en el dominio del comercio electrónico y la reputación en línea. En realidad, parece que su definición de “engaño” (p.172) se basa en la idea de manipulación más un elemento de intencionalidad. Sin embargo, me pregunto si hay algún otro trabajo que apoye la existencia de manipulaciones involuntarias.
El documento citado es un examen sistemático de las diferentes posibilidades de engaño de los consumidores en el dominio del comercio electrónico. Los autores afirman que los resultados del estudio podrían aplicarse en interés de la protección del consumidor y la responsabilidad social corporativa. No es difícil ver que este tipo de investigación se reduce en ambos sentidos, que podría usarse para que los profesionales de marketing creen pautas para manipular a los consumidores de manera más efectiva, o para que los consumidores entiendan y se resistan a ser manipulados. Sin embargo, es solo un pequeño paso para comprender que este tipo de análisis es mucho más probable que sea útil para los “manipuladores” que para los “resistores”.
Según Bazerman (2001), la investigación del consumidor ha desarrollado muchas ideas que tienen más probabilidades de beneficiar a los mercadólogos en lugar de a los consumidores. Bazerman aboga por un enfoque centrado en el consumidor para el estudio del comportamiento del consumidor (que mejoraría el conocimiento destinado a ayudar a los consumidores a tomar decisiones de consumo más inteligentes), en lugar de una perspectiva de marketing del comportamiento del consumidor (que desarrolla el conocimiento centrado en los determinantes de las compras del consumidor).