No tengo a nadie con quien salir. Simplemente me detengo en las mesas del almuerzo, cambiando de un lugar a otro todos los días.

Obviamente eres un solitario necesitado que busca compañerismo y amor. Es a la vez una condición de ‘querer y necesitar’ porque te sientes empobrecido emocional y espiritualmente. ¿Por qué necesitas quedarte alrededor de las ‘mesas de almuerzo’ y uno se pregunta si eres pobre o desamparado? ¡Quizás no puedas “pasar el rato” porque tu profunda necesidad es demasiado exigente y te hace demasiado pegajoso!

¡Juntos pensemos y vivamos de manera diferente! Todos tenemos una capacidad latente para sentir la Mente de otras personas llamada “intuición”, es decir, percibir sus pensamientos, sentimientos y capacidad de respuesta. Sin embargo, debido a nuestra conexión con el mundo exterior ruidoso y ocupado, nuestros sentimientos son tensos y eliminados. Nuestros estilos de vida crean situaciones estresantes.

El estrés diario con el que tratamos en nuestros estilos de vida del siglo XXI desempeña un papel importante en nuestra capacidad para funcionar como almas espirituales sanas: ¡almas viejas! ¿Qué son las ‘almas viejas’? Son ‘cosidos’ que desean reunirse entre sí con el fin de apoyarse mutuamente: ¡quizás eres uno de ellos!

Aquellos que no han tenido éxito en cumplir con el ‘solitario necesitado’ terminan con una vida de comer en exceso, comer menos, consumir alcohol, fumar y trabajar demasiado. Estos son todos los hábitos actuales que inundan nuestro cuerpo-mente-intelecto (IMC) con demasiada estimulación. Cuanto más estimulados estamos, más nos distanciamos de nosotros mismos. Es el “escapismo”.

¿Cuál es entonces la cura? Bloquea activamente esas reacciones emocionales abrumadoras y las demandas sensoriales físicas negativas. Mientras aprendes a crear límites te permites procesar conscientemente todos los pensamientos incómodos y las demandas sensoriales. Esto nos ayuda a liberar el “por qué” de un “solitario necesitado”.

Ahora sigue adelante: reúnete con alguien que te enseñe Tai-Chi o contemplación.