La respuesta es un sí definitivo. Se le da el nombre de ‘Síndrome del niño torpe’ y otro que no sea el habla y la falta de conciencia espacial; la torpeza regular es una indicación temprana de la dispraxia.
Aunque estoy de acuerdo con la respuesta de Jacob, ya que es más la forma en que llevamos a cabo tareas y juzgamos mal las distancias, etc. Esto sigue siendo torpe.
También como Jacob, tengo dispraxia y, afortunadamente, me diagnosticaron a una edad más temprana, por lo que pude resolverlo con bastante rapidez. Sé de primera mano lo torpes que podemos ser. Esto suele deberse a una falta de concentración. Cuando las personas dispensables entrenan y aprenden patrones en los movimientos, pueden hacerlas incluso mejor que las que no lo hacen, sin embargo, tan pronto como pierden un poco de concentración, descubrirán que la “torpeza” se filtra.
¡Espero que esto ayude!