Cada historia se vuelve aburrida si permanece más tiempo en tu cerebro. Es como ver tu propia película varias veces. Te comportas como un director de cine. Planificas una escena y ves que sucede y luego vuelves a filmarla y ocurre recursivamente. Nunca se libera en el mundo “real”.
Este impulso de pensar en cosas nuevas es en realidad un intento de explorar la “perfección”. Pero a veces llega hasta el punto de que tu mente se aburre y rechaza la historia completa y se mueve hacia una nueva historia. Hay un consejo para superar esta situación.
No te dejes atrapar por la exploración de la perfección “ficticia”. Usa este impulso para filmar otra escena y terminar la historia. Recuerde que siempre puede volver atrás y cambiar la escena si lo desea. Comienza a escribirlo y libéralo en el mundo “real”.
Una vez más, repito, no dejes que la historia rompa el umbral en tu cerebro.