Existe una idea entre muchas personas en estos días que cuando alguien es educado, respetuoso y acepta a todo tipo de persona, independientemente de su raza, religión o género, es políticamente correcto y que esta cortesía es una fachada. La idea prevaleciente es que estas personas realmente piensan de otra manera y solo están siendo educadas para sus propios beneficios personales, por ejemplo, para parecerse a un ser humano “progresista”.
Déjame aclarar esto de una vez por todas. No hay tal cosa como la corrección política. La gran mayoría de las personas que son educadas y respetuosas con las personas de otras comunidades o con las mujeres realmente creen que todos los seres humanos merecen ser tratados como seres humanos y, por lo tanto, con el mínimo respeto.
La idea de la corrección política fue difundida por el grupo de personas que se deleitan en su libertad de insultar y burlarse de las minorías y las mujeres, para manchar a estas personas que se esfuerzan por ser respetuosas con todos.
Este tipo de reacción se puede analizar al observar lo que las personas en general se ofenden. El tropiezo de la corrección política se aplica a aquellas personas que dicen que decir o hacer algo que ofende o pone en peligro a las minorías dentro de una comunidad es incorrecto, en un intento de trivializar el trauma que enfrentan las comunidades minoritarias debido a estas acciones ofensivas. Sin embargo, al revés, es decir, cuando la mayoría está siendo ofendida por alguna declaración o acción, se toma extremadamente en serio, con el encarcelamiento, la mayoría de las veces.
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Esto es un indicio de dictadura cultural, donde la mayoría cultural dominante puede salirse con la suya con cualquier tipo de atrocidad o declaración, mientras que cualquier reacción de una comunidad minoritaria en un esfuerzo por preservar sus derechos se considera una reacción exagerada. No olvidemos que vivimos en una era de política mayoritaria, encabezada por líderes como Trump o Modi en la India, que atraen a la mayoría en sus respectivos países. En una situación en la que el principal partido político apoya a la mayoría, las comunidades minoritarias están más en peligro.
Uno de los principales argumentos utilizados por los nacionalistas de derecha, como suele ser esta gente, es que llamar a las personas afroamericanas “niggers” y a las mujeres “coños” es algo de un derecho fundamental. Ven la corrección política como una herramienta para frenar su libertad de expresión. Esta es una perspectiva que debe abordarse porque la libertad de expresión existe siempre que no se utilice como herramienta para lastimar, ofender o poner en peligro a las comunidades de personas a propósito. Sin embargo, incluye el derecho a criticar a cualquier grupo de personas, pero dentro de los límites de la civilidad.
En conclusión, la idea de que la corrección política es una fachada y que su ausencia indica que la libertad es absolutamente defectuosa.