Una cosa es segura, si realmente no quieres ayudar, no ofrezcas. No te estás haciendo a ti, ni a ellos, un favor. Si sabe que esta persona se está aprovechando de las cosas en el pasado, solo ofrezca tanto como se sienta cómodo. Todos tenemos diferentes umbrales que podemos tolerar. Primero, reconozca sus límites y lo que puede hacer para ayudar y sentirse bien y no sentirse aprovechado.
Los mejores deseos.