Heurísticamente trato de identificar días buenos y malos.
Creo que este es irracional. Por lo general, por la mañana verificaré algunos avances con respecto a mis proyectos, mis buzones de correo, combinados con las noticias políticas nacionales, los tiempos y el estado de ánimo de las personas que me rodean, los movimientos del mercado de valores, los resultados de mi equipo de fútbol, etc. A partir de ahí, definiré si son mayormente buenos o malos.
Si creo que las cosas están bastante bien, consideraré que el día es “probablemente un buen día”, por lo que tiendo a ser más agresivo, a asumir riesgos y tratar de dar un paso adelante para obtener más.
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De lo contrario, lo consideraré como “probablemente un mal día”, así que trato de ser más cauteloso, tomo decisiones con más cuidado y trato de asegurar mi posición actual.
Sin embargo, tiendo a mantenerme tan racional como cualquier otro día. Quizás solo sean mis enfoques los que pueden ser un poco diferentes.