Según Otto Kernberg, el narcisismo maligno se caracteriza por los siguientes elementos, además de los síntomas del trastorno de personalidad narcisista:
- Agresión egosintonica
- Comportamiento antisocial
- Paranoia
El primer elemento apunta a que el narcisista necesita actuar de forma explotadora y agresiva para mantener su ego en un estado “alto”.
Un narcisista “no maligno” se basaría en una afirmación positiva, logrando que otros los adularon, pescaron cumplidos, tratando de provocar que otros los admiraran y apreciaran, y sintieran envidia para obtener sentimientos de superioridad en lugar de explotarlos y dominarlos.