¿Por qué algunas personas prefieren acudir a un confesionario en lugar de un psicólogo?

Porque tienen una idea errónea de confesión, y piensan que es una forma de hacer lo que quieren sin tener que cambiar. Los pecados confesados ​​sin sincera intención de evitarlos en el futuro no son perdonados. (Incluso si esa resolución dura solo 2 minutos después de salir del confesionario). La confesión genuina implica la transformación de la persona, incluida la salud emocional. O bien, pueden tener mucha más fe en el poder de Dios para sanar. Incluso el psicólogo más capacitado no puede hacer lo que Dios puede.

Porque un confesionario es fácil.
Ve allí, diles que estás triste por lo que hiciste, di algunas oraciones y ya estás arreglado.
Con los psicólogos, te das cuenta de que hay algo intrínsecamente mal contigo y con tu modo de pensar.
Se da cuenta de que no hay una solución rápida para su problema y tiene que sentarse y aceptarlo antes de poder seguir adelante.
No puedes pasarlo a otra persona.
Solo tienes que vivir con ella y luchar contra ella.
Nadie quiere admitir que están rotos.
Quieren vivir en el mundo donde cometieron un error en vez de ser perfectamente imperfectos.

Las personas de ciertas convicciones religiosas están comprometidas a confesar a un clérigo sus pecados de absolución y remisión a través de la autoridad de la iglesia. Un psicólogo es una persona entrenada y educada para las pruebas psicológicas, la investigación y la terapia. Puede haber habido algún tiempo en el pasado en el que las creencias y prácticas religiosas incluían sanación, hechizos y curas cuando se entendía poco para explicar la enfermedad o las fuerzas naturales de la naturaleza.

La culpa, el miedo a ser juzgado.

En primer lugar, la confesión es una gran manera de dejar ir lo que te molesta.

Cualquier persona que haya hecho algo malo no querría que le dijeran que él hizo algo malo y él debería sentir lástima en vez de eso, ellos quieren ser perdonados sin importar el alcance de su acción. Los psicólogos normalmente no juzgan, pero de alguna manera implicarán que lo que él ha hecho es intolerable, por lo que la persona no lo encontrará aceptable, por lo que se siente cómodo para visitar un confesionario donde no se lo juzga y se le perdonará.