Durante gran parte de mi vida no me gustaba que me tocaran. Solo en los últimos 10 años más o menos me siento menos incómodo por tocar y ser tocado.
En mi caso, creo que esto tuvo mucho que ver con la inseguridad con respecto a mi cuerpo y las funciones corporales.
Al tener relaciones sexuales, ese obstáculo en particular fue superado, porque obviamente la persona con la que estaba teniendo relaciones sexuales no fue disuadida por mi cuerpo. Pero aun así, por lo general, no me gustaba besar. A menos que estuviera enamorado, porque la lujuria conquistó todo …
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