Porque es la naturaleza humana querer algo más. Es la naturaleza humana ser codicioso. El rey Salomón, uno de los reyes más ricos que haya existido, tenía todo lo que un ser humano pediría. Tenía 1.000 mujeres que se acostarían voluntariamente con él, tenía riquezas casi insondables, era el gobernante de un reino militar muy fuerte y tenía una profunda sabiduría y perspicacia. Para el hombre moderno, Salomón lo tenía todo.
Sin embargo, todo no fue suficiente para él. Quería más. Se dio cuenta de que todo lo que tenía no tenía sentido y estaba vacío. Que una vez que muriera, todo por lo que trabajaba solo iría a otras personas que no lo hicieron. Se dio cuenta de que la vida no parece seguir reglas y que vivir como un hedonista es tan superficial y vacío como vivir con cautela y acumular enormes porciones de riqueza que nunca se gastan. Para ser un hedonista, uno debe trabajar muy duro, por lo que su vida entera va hacia el trabajo, pero ser rico y nunca gastar nada da mucha riqueza, pero la riqueza nunca se disfruta. En resumen, Salomón descubrió que todas las cosas que el mundo tiene para ofrecer no son lo suficientemente buenas.
Es la naturaleza humana querer más porque anhelamos a Dios. Anhelamos la paz perfecta, la felicidad perfecta, la alegría perfecta, el conocimiento perfecto, la comprensión perfecta, y eso solo viene de Dios. Entonces, supongo que lo que estoy diciendo es que queremos lo que no podemos tener porque creemos que nos “completará”. Pero nunca estaremos completos sin servir a Dios.
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