Si alguien tiene su nariz enterrada en su papel, libro, teléfono o tableta, es un lenguaje corporal bastante bueno que dice “Déjame en paz”.
Si te sientas al lado de alguien que está mirando por la ventana, puedes saludar y ver si resulta más conversación. Algunas personas son locas en el autobús, muchas no lo son.