¿Es la división de personas a lo largo de las líneas de castas y clases un rasgo humano inherente?

Ciertamente si.

Tal división no se limita solo a la religión o la casta.

Puedes ver esto en tu vida diaria. Los humanos tendemos a clasificar a las personas según su trabajo, puesto, posición, riqueza, etc.

Tomemos un ejemplo de una oficina.

Estás trabajando en una oficina. Se sigue un sistema de jerarquía, que se llama Estructura Organizacional. Esta estructura representa la posición, los deberes y los poderes de cada empleado de la organización.

No siempre, pero en general, la persona en una posición relativamente más alta no le da mucha importancia a las personas que están en una posición más baja. Los tratan como si no fueran su colega, y algún sirviente u otro. Parecen trazar una línea intermedia, lo que los distingue de sus subordinados.

Así que ya ves, es un rasgo humano dividir a las personas según su necesidad y comodidad.

Clasificar, sí, porque facilitó el estudio y, obviamente, los seres humanos necesitan saber … ¡son curiosos! Pero dividir es absolutamente innecesario, y si siento que es innecesario y en la mayor medida posible también la práctica, ¡no creo que sea algo “inherente” para los seres humanos!