Cómo superar mis sentimientos de superioridad y frustración con los demás cuando se trata de inteligencia

Cada vez que leo algo como esto, me recuerda un dicho. Dice: la estupidez es una cuestión de nacimiento, la ignorancia es una cuestión de elección.

Si estás siendo frustrado por personas ignorantes, siento tu dolor. También tengo un alto índice de inteligencia (gran sorpresa, mi ecualizador está por encima del promedio. ¡Eek!) Y cuando estoy cerca de la ignorancia, me asusta muchísimo. Pero, cuando puedo ver que la persona es honestamente un poco “lenta”, le doy una oportunidad. A veces, los pensadores más rápidos son los más propensos a ser los tontos, mientras que los pensadores más lentos solo necesitan tiempo para “calentarse”.

En la empresa para la que trabajo, hay una señorita. Ella es muy dulce y una persona increíble. Desafortunadamente, ella no entiende la nueva información compleja. No es que ella nunca lo agarre, solo le tomará un poco más de tiempo para que sea parte de su memoria muscular. En un caso como ese, ¿cómo puedes mirar hacia abajo a la persona solo porque podrías ser un poco más rápido en la captación? Eso te hace un asno arrogante más que cualquier otra cosa.

Estoy bastante seguro de que un día vas a mirar hacia atrás en tu publicación y te preguntarás si estabas pensando.

Primero: nadie, en la historia de la humanidad o en el reino animal, elige su nivel de inteligencia (asumiendo que la inteligencia es cuantificable en absoluto). Estar orgulloso o avergonzado de los suyos puede ser práctico, pero siempre recuerde que simplemente se trata de una suerte.

Segundo: hasta que utilices tu inteligencia para ayudar a la sociedad de manera importante, la mayoría verá jactarse de que tu inteligencia es altamente esnob, odiosa y posiblemente perciban la inseguridad. Probablemente terminará sin amigos de verdad si continúa haciéndolo el tiempo suficiente.

Así que simplemente entienda a un nivel intelectual que lo mejor para usted es ser proactivo pero al mismo tiempo relativamente humilde.

La grandiosidad no puede ser controlada como otras emociones (ira, tristeza y alegría). Puedes sentirte superior si lo deseas, siempre y cuando no andes rondando a los demás o tratando de imponer tus creencias a los demás. Sentirse grandioso no es una opción, pero comportarse altivo o arrogante es.

A medida que envejeces, la vida tiene un modo de humillar a las personas como tú. Disfruta de tu superioridad mientras aún tienes esta ilusión. Nunca digas que nadie nunca te advirtió.