Me cuesta mucho ver a los televangelistas, a los sanadores de la fe ya los “cristianos” como Franklin Graham. Es abominable cómo estas personas estafan a otros por dinero, mientras que los condenan por sus pecados.
Benny Hinn, Pat Robertson y Kenneth Copeland valen más de 100 millones cada uno. Franklin Graham, el hijo de Billy Graham, siempre está lloriqueando contra el matrimonio gay, pero se “permite” un salario de más de 600,000 dólares al año, más 500,00 adicionales al año para su organización caritativa, Samaritan’s Purse.