No. Todos somos producto de nuestras experiencias de vida y no hay dos personas que tengan las mismas experiencias de vida. Sin embargo, la diferencia de opiniones nunca se puede eliminar, siempre se puede minimizar su impacto en uno mismo, en los demás, en las relaciones.
Cada uno de nosotros debe comprender y respetar este principio fundamental y aceptar que “nadie tiene razón, nadie está equivocado”, todos tenemos diferentes perspectivas que se utilizan a través de nuestras experiencias de vida.