Sí. Es adictivo.
Es casi como una adicción a sustancias. Una vez que tienes algo, sigues queriendo más. A su debido tiempo, perjudica tu juicio. Domina todos los buenos rasgos en tu personalidad.
Debes haber oído hablar de drogadictos que solían ser ‘buenas personas’. Pero las drogas los han ‘hecho así’.
Las personas que les gusta la atención todo el tiempo hacen la misma transformación. En cualquier momento, su primera preocupación es:
1. Si recibirán la mayor cantidad de atención en esa situación
2. Si alguien más acaparará más atención de ellos.
Y terminan tomando decisiones basadas en estos dos parámetros. Al principio, dicen mentiras inofensivas para permanecer en el centro de atención. Al igual que un usuario le miente a sus padres. Las mentiras se vuelven más descaradas y se vuelven francamente hirientes a medida que pasa el tiempo. Con el tiempo, los adictos a la atención se vuelven tan llenos de sí mismos que no pueden dar a nadie más prioridad sobre sí mismos.
Aún pueden ser amables, prestarle atención a alguien, siempre que no le quite atención. Cuando utilizan las mismas tácticas con sus padres, amigos, hermanos, es perjudicial para sus relaciones. Y su constante necesidad de cambiar todo acerca de sí mismos deja a las personas irritadas a su alrededor.
A medida que estas personas logran atraer más atención sin sentido por parte de extraños, también adoptan un sentido de derecho, ya que merecen lo mejor. Tales adictos a la atención son los más afectados por verdaderas tragedias en la vida.
Vivimos en un mundo donde es mejor tener menos expectativas de otras personas. Necesitamos encontrar maneras de sentirnos felices y contentos desde dentro sin validación externa. La atención de los demás puede convertirse rápidamente en culpa. Ellos no te conocen A ellos no les importa
Te conoces a ti mismo. Mira dentro de ti para aceptar eso.
¡Espero que esto ayude! 😀