Puede trabajar hasta el límite para pedirle cortésmente que retire su montón de mantillo en el patio trasero, o posiblemente encerrarlo en un contenedor de mantillo atractivo (no hecho en casa). En muchos municipios (ciudades, condados, etc.) hay regulaciones que pueden prohibir las exhibiciones “visibles y antiestéticas”. Simplemente informe a las autoridades, si este es el caso (si descubre que llamó, es posible que tenga un vecino menos amigable).
Otro enfoque: recoja los escombros de su jardín y añádalos a su pila (por la noche o cuando no está en casa, por supuesto).