Hablar la verdad es más fácil que decir una mentira. La verdad no requiere tarea, la mentira requiere mucha.
Es menos probable que una persona bajo la influencia del alcohol piense mucho, ya que su cerebro no puede idear los argumentos necesarios para presentar una mentira creíble.
Entonces, sí, una persona alcohólica que está bajo la influencia del alcohol generalmente dirá la verdad.