La timidez y la ansiedad social pueden ser percibidas como “malintencionadas”, pero ¿a quién le importa? La gente que vale la pena conocer no va a asignar una etiqueta como esa. No tienes que preocuparte. Nadie analiza minuciosamente las interacciones más allá de la persona misma. Los mundos de la gente giran alrededor de sí mismos. No están pensando en su actitud percibida o comportamientos. A veces las personas no son terriblemente felices y extrovertidas el 100% del tiempo. No tienes que pretender ser.
Las cosas por las que me sentía horrorizado socialmente, casi siempre pasaban desapercibidas para los demás cuando lo recuerdan. Ellos tienen sus propios recuerdos e historias. Mi incomodidad no fue un evento prioritario para ellos.