Independientemente de si es verbal o escrito, “seguro” es un indeciso “sí” porque la persona a la que se hace la pregunta no tiene mejores opciones en ese momento. Si no me crees, encuentra un adolescente. Estas son algunas de las criaturas más indecisas del mundo y siempre están buscando algo mejor sin tomarse el tiempo para darse cuenta de que podría no haber algo mejor esperando por ellas.
Mi ejemplo más reciente: anoche le pregunté a mi hijo de 16 (casi 17) años si quería ir al cine. Su respuesta inicial, “seguro”. Luego surgieron las preguntas. “¿Que pelicula?” “¿Qué hora?” Una vez que obtuvo las respuestas que quería, su “seguro” cambió a “sí”, que es una respuesta definitiva.