1. SALIR DE SÍ MISMO Y HACERLO ACERCA DE LA OTRA PERSONA
¿Alguna vez alguien ha hablado sin cesar sobre algo en lo que no tenías el menor interés? Probablemente se sintió como si estuvieran teniendo una conversación con ellos mismos y tú simplemente estuviste allí. Estas personas parecen estar ajenas a la idea de que no puede compartir su interés.
Las mejores conversaciones comienzan mostrando interés en la otra persona, su mundo y lo que podría interesarle. A la mayoría de las personas les encanta hablar de sí mismas. Hágales una pregunta abierta sobre algo que note sobre ellos. Si puede darles un cumplido sincero o darles una respuesta positiva, ha tenido un gran comienzo. Los grandes conversadores tienen un interés sincero en los demás, se dan cuenta de ellos y los utilizan para comenzar y alimentar sus conversaciones.
2. PRACTICAR LA ESCUCHA ACTIVA
La mayoría de las personas están pensando en lo que quieren decir a continuación, mientras que otra persona está hablando. Toma conciencia de esto durante tus conversaciones, y cuando encuentres que tu mente va a una respuesta, detente y trata de obligarte a escuchar. Esto no es fácil, especialmente si eres muy extrovertido. Puede practicar pasando tiempo con su pareja o un amigo y repitiéndoles lo que acaba de decir. Este ejercicio ayuda a crear conciencia de la cantidad de tiempo que pasamos escuchando activamente a los demás.
3. MUEVE LA CONVERSACIÓN A UN NIVEL MÁS PROFUNDO
Piense en las personas con las que está dispuesto a abrirse y compartir cosas. ¿Qué es lo que hace que te sientas tan cómodo al revelar cosas que normalmente no harías con otros?
Es probable que sean buenos para hacer contacto visual contigo y hacerte sentir que estás recibiendo toda su atención. Presta atención a sus expresiones. Observe que están con usted no solo en el tono de sus palabras sino también en sus expresiones. Sus rostros se iluminan cuando comparte algo con lo que está contento o emocionado, y toman una mirada solemne y triste cuando comparte malas noticias. Sientes y sientes que están totalmente absortos en lo que les estás diciendo.
Si emular lo que están haciendo te parece poco natural, practica y presiona para que lo hagas. Observe que las personas comenzarán a reaccionar de manera diferente a usted.
4. PREGUNTA BUENAS PREGUNTAS
Podemos hacer que otros compartan más mostrando interés y haciendo preguntas abiertas para ayudarles a profundizar más en la conversación. Las buenas preguntas son preguntarle a alguien cómo piensan o sienten acerca de algo de lo que están hablando. Si ha hablado con alguien antes, pregúntele sobre las cosas que se ofrecieron como voluntarios en la conversación antes. Probablemente, si ellos mencionaron algo por su cuenta, es de interés y algo de importancia para ellos. Pregúntese qué otras áreas están relacionadas con sus intereses de las que les encantaría hablar.
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5. CONSIDERA EL TIEMPO Y EL ESPACIO
Nunca inicie una conversación más allá del intercambio de bromas rápidas a menos que tenga tiempo para escuchar a la otra persona. Los lugares que son ruidosos con mucha gente no son los mejores lugares para conversar. Una buena conversación requiere un ritmo lento y relajado y una atmósfera libre de presiones y sin distracciones. Las cafeterías son ideales para este propósito. Barras deportivas, no tanto.