Nos volveríamos extremadamente insensibles a nuestras emociones básicas. Imagínese si sus zanahorias se retorcieran de dolor y las comiéramos de todas formas. Tendríamos que
A) Usar tapones para los oídos por el resto de nuestras vidas.
B) Modificar genéticamente nuestros vegetales para que no puedan hablar.
C) modifiquémonos para no escuchar frecuencias más allá de cierto límite