La arrogancia, en gran medida, se deriva de nuestras experiencias y nuestro entorno. Un niño puede recoger la arrogancia de las personas que lo rodean, o no. Si no está bien. Si lo hace, vamos a exhibir esos rasgos. Puede recibir refuerzos negativos o positivos, que luego determinarán si el rasgo será duro o no en su personalidad.
En cuanto a si el “Ejecutivo de cuentas globales” es arrogante o no, estará determinado en gran medida por sus razones para elegir ese título.
Sería miope sacar conclusiones rápidas.