Hay muchas razones por las cuales las personas no pueden atenerse a un presupuesto.
- La gente sobreestima sus habilidades para manejar las finanzas. No saben cómo establecer un presupuesto bueno y realista. Establecen un presupuesto demasiado ajustado o demasiado flexible. Las cosas nunca salen según lo planeado y tienden a subestimar los gastos de emergencia y no establecen un colchón de dinero. El presupuesto no es una cosa de una sola vez porque cada mes es único. La gente no rastrea y actualiza su presupuesto regularmente. Las personas también tienden a ignorar los ahorros de costos a corto plazo, ignorando el hecho de que se sumarán a una gran cantidad en el largo plazo.
- No hay motivación o entusiasmo por el presupuesto. No tienen objetivos ni prioridades financieras. Las personas ni siquiera saben por qué crearon el presupuesto en primer lugar.
- Las personas gastan en exceso sin darse cuenta por qué están gastando en exceso. No conocen el área problemática.
- Las personas se enfrentan a la presión de sus compañeros. Sus familiares y amigos les hacen gastar dinero.
- Hay una cierta negatividad adjunta a la palabra “presupuesto”. La gente piensa que es rígido y complicado.
- Por último, la gente encuentra inútil el presupuesto.