¿Por qué las otras personas juzgan tanto en función de su pasado y comienzan a tratarlas de manera similar?

Juzgar a alguien basado en su pasado es inevitable y necesario muchas veces.

Por ejemplo, si sabe que su huésped ha tenido un historial de enfermedades gástricas y por lo tanto decide servirles alimentos que son fáciles para el estómago, ¿está mal? No, eso es un comportamiento considerado.
Lo mismo sucede con las cosas negativas también.

Esto no es realmente algo malo, pero uno debe ser consciente de por qué se está comportando de una manera particular y tratar de estar abierto a los cambios en la persona afectada.

Los seres humanos están diseñados para aprender de la experiencia, para comparar algo nuevo en nuestro entorno con algo que hemos conocido en el pasado, y para agrupar cosas similares en categorías por los atributos más fácilmente identificables. Somos una especie particularmente delicada, dotada por la naturaleza con poca fuerza, velocidad o armadura corporal en comparación con otras especies. Fácilmente sucumbimos a temperaturas fuera de un rango estrecho, requerimos fuentes regulares de comida y agua, y nos protegemos de los competidores de los nuestros y de otras especies. Estamos conectados para evaluar nuestro entorno y hacer nuestras elecciones rápidamente.

Por lo tanto, segregamos las cosas que nos amenazan de las cosas que son seguras, según nuestra experiencia, tomando decisiones rápidamente. Rechazamos lo desconocido como amenazador, y rechazamos las cosas familiares que han tenido efectos indeseables rápidamente. Nuestra ventaja competitiva en la naturaleza es esta capacidad de aprender y aplicar nuestro aprendizaje rápidamente.

Pero también estamos dotados de curiosidad. Cuando la amenaza sea minimizada o eliminada, examinaremos las cosas más de cerca, descubriendo otros atributos cuyos beneficios superan o contradicen o niegan el riesgo percibido originalmente.

Y aquí nos encontramos, tratando de luchar y reconciliar los dones con los que la naturaleza nos ha dotado, para imponer la razón sobre la reacción, algo que todavía estamos aprendiendo a hacer.