Cómo ser una persona educada

      • ser cortés significa ser consciente y respetar los sentimientos de otras personas. Es posible que no siempre notemos la cortesía, pero usualmente notamos rudeza o comportamiento desconsiderado.

Puede aplicar lo siguiente (cuando corresponda) a la mayoría de las interacciones con otros: amigos, colegas, familiares, clientes, todos. Siempre use el sentido común y trate de comportarse de la manera más apropiada posible, teniendo en cuenta las diferencias culturales.

  • Saluda a la gente

Toma tiempo para hacer una pequeña charla,
Trate de recordar cosas sobre la otra persona y comente apropiadamente
Siempre use ‘por favor’ y ‘gracias’.
Elogie y / o felicite a otros por sus logros.
En el trabajo, sea educado y útil con sus subordinados, así como con sus jefes.

  • Use el lenguaje apropiado.
  • Aprende a escuchar con atención.
  • Respeta el tiempo de los demás.
  • Evite los chismes.
  • Discúlpate por tus errores.
  • Evite la jerga y el vocabulario que pueden ser difíciles de entender para otros.
  • Practica la buena higiene personal.
  • Siempre practica buenos modales en la mesa.
  • Ser puntual

Los buenos modales no cuestan nada, pero pueden hacer una gran diferencia en lo que otras personas sienten sobre usted o la organización que representa. Cuando eres educado y muestras buenos modales, es más probable que los demás sean educados y corteses a cambio.

Si no eres educado, a la gente no te gustarás. Si eso sucede perderás contactos. Sin contactos, no puede surgir en la vida y brillar mejor en su carrera y en su vida personal.

En el mundo moderno, las personas groseras y malas aprenderán esto en algún momento de su vida, algunas de la manera más difícil.

Ahh, esta es una cualidad que tanto busco en las personas que me rodean, cuanto más arrogante, menos es la clase. Supongo que la cortesía es una de esas cualidades que es muy fácil de inculcar en uno mismo. Todo lo que hay que hacer es escrutarse a sí mismo, profunda e inteligentemente. Lo que hago cada vez que me sorprende la arrogancia es que admiro a las personas que son cien veces mejores pero mil veces más humildes que yo. Me pregunto qué los hace tan especiales, me pregunto cuántas horas dedican a crear la perfección todos los días, admiro el trabajo duro, trato de ser ellos y todos los días, lucho desesperadamente por idealizar el comportamiento calmado y sereno. Creo que trabajar con gente mejor que nosotros siempre saca a relucir nuestra cortesía.