Creo que los buenos hábitos son difíciles de mantener. Los malos son muy fáciles. Al igual que pasar todo el tiempo frente a la televisión todos los días es mucho más fácil que ir al gimnasio. Se puede ver que muchas personas tienen el hábito de fumar y beber, pero muy pocas de beber té verde.

Entonces, cuando el hábito requiere mucho esfuerzo, se vuelve difícil continuar.