Nunca espere y no se decepcionará, es una buena regla a seguir en primera instancia.
Cuando se trata del arte de la comunicación, es una dinámica bidireccional. El arte de poner verbalmente su punto de vista, y desde la otra perspectiva, el arte de escuchar / recibir. Algunas personas tienen un don natural y se expresan verbalmente, además de poseer buenas habilidades para escuchar. Algunas personas no son tan adeptas en esta esfera y pueden ser socialmente torpes y con la lengua atada. También pueden tener puntos de vista fijos y no estar dispuestos a comprometerse cuando escuchan lo que otros tienen que decir. Debe poder distinguir fácilmente por usted mismo las diferencias anteriores y adaptar sus propios comportamientos conversacionales en consecuencia.