Las personas que son inseguras pueden tener dos caras. La gente insegura quiere que a todos les guste. Cuando descubren una información útil o chismes, no pueden resistirse a usarla para congraciarse con otra persona.
Por ejemplo, si le dice a la persona de dos caras que llamó por enfermedad para que lleve a su familia al parque, entonces la persona le informará a su jefe cuando tenga la oportunidad.