Pregunta original: ¿Alguna vez te has preguntado (o has preguntado a otras personas)? ¿Eres una mala persona?
Sí, lo he hecho, muchas veces antes.
Particularmente cuando era más joven, menos que el último par de años.
Al envejecer, me he dado cuenta de que no soy necesariamente una mala persona:
- ¿Por qué sentimos la necesidad de tocar un área herida de nuestro cuerpo tan pronto como sucede?
- ¿Cuántas personas quieren apoyar a personas desconocidas sin la intención de obtener algo a cambio?
- ¿Puedes decir donde vivo, juzgando solo por mi nombre?
- ¿Qué es un capricho tuyo?
- ¿Algunas personas son simplemente estúpidas o inteligentes?
- si a veces digo “no”
- si a veces me defiendo
- si a veces discuto con otras personas
- si a veces deseo algo malo a alguien
- si a veces maldigo
- si a veces tengo días malos
- si soy gruñón a veces
- y muchos muchos mas…
En mi opinión, cuando nací y crecí como católico romano, la obligación de ser bueno y la noción del pecado original que pesa sobre los hombros de todos y cada uno de nosotros ha afectado profundamente a mi juventud. Ya no más …
Muchas veces me he preguntado si soy ‘lo suficientemente bueno’. Ahora sé que no hay razón para preocuparse. Lo que importa son las acciones y la sinceridad hacia los demás.
Mi difunto abuelo era un hombre pobre y simple que trabajó duro toda su vida y cuando se acercó su final, me dijo que nunca había logrado mucho en la vida, nunca llegó a ser alguien especial, pero que podía ver a todos los que había conocido en su vida. en la cara sabiendo que nunca había maltratado ni engañado a nadie. Ya han pasado años desde que dijo esas palabras, pero siempre las recordaré e intentaré vivir de acuerdo a ellas …