Que no nos vemos a nosotros mismos como una comunidad humana, una comunidad mundial. Votamos por nuestras necesidades locales, pero no por las necesidades de la humanidad en general.
Por ejemplo, muchas mujeres en el África subsahariana y el sur de Asia quieren el control de la natalidad porque es una forma de salir de la pobreza. Desde que se inventó la medicina contra la malaria y el saneamiento, viven sus hijos. Si tienen 10 nacimientos, todos viven. Eso pone presión sobre la familia. Viven en la pobreza. Muchas veces, quieren control de la natalidad, pero las religiones tribales lo prohíben. Si pueden obtener anticonceptivos, piden anticonceptivos inyectables, para que sus esposos no se enteren.
1/5 de los animales del mundo están al borde de la extinción. Los mares serán áridos para 2050, y los pobres comen pescado para sobrevivir. Nuestra población se mantuvo por debajo de mil millones durante decenas de miles de años. Desde 1850, nuestra población humana ha crecido a más de 7 mil millones. Sin embargo, nadie piensa en lo humano como un grupo cohesivo. No nos salvamos unos a otros. Es cada hombre o mujer para sí mismo. No pensamos en la mujer pobre del otro lado del mundo que necesita nuestra ayuda.