Permanecer ignorante es beneficioso en condiciones específicas. Daré un ejemplo. Es de un artículo de N. Hawthorne que leí hace más de cincuenta años. Las palabras no son iguales pero la idea básica es original.
Un hombre está muerto de cansancio y encuentra sombra junto a unos arbustos en un jardín. Se acuesta y ronca en un instante. Se levanta fresco y se aleja con un nuevo entusiasmo para enfrentar los desafíos de la vida.
Ignora el hecho de que estaba en peligro por la presencia de una serpiente en el monte donde dormía. La serpiente se acercó a él, olfateó, se acurrucó y se internó en el arbusto sin mucho ruido.
El hombre ignorante es feliz. EL DEBE ESTAR FELIZ. No hay necesidad de tal conocimiento, excepto que algún día se dará cuenta de que dormir tan cerca de los arbustos no es algo sabio.
- ¿A la gente le gustaría vivir en un apartamento o en una casa independiente en la India?
- ¿Por qué me gusta la idea de algo más que su realidad?
- ¿Se puede anular justificadamente la inmunidad no combatiente?
- ¿Por qué me cuesta tanto interesarme en las vidas de otras personas o en temas de interés?
- ¿Por qué no puedo ser yo mismo? ¿Por qué la gente pretende ser lo que no es?
LA ELECCIÓN DEL IGNORANTE RESTANTE PUEDE NO SER UNA OPCIÓN DE SABIO EN LA MAYORÍA DE LOS CASOS.