Podemos recordarnos de manera consistente y compasiva a nosotros mismos ya los demás, que cualquiera sea la realidad que experimentemos, es poco más que una narrativa de ficción.
Los seres humanos no pueden evitar crear historias. Todo nuestro sentido del yo se basa en una historia, creada espontáneamente por nuestra propia psique.
Las religiones son historias extraordinariamente poderosas, pero no obstante, son solo ficción.
Contar historias sobre nosotros mismos, es principalmente lo que hacemos como seres humanos. También creamos herramientas, pero las herramientas solo se utilizarán de acuerdo a donde las vemos avanzando en ciertas narrativas que consideramos significativas.
- ¿Por qué algunas personas parecen saber instintivamente cómo reaccionar en una emergencia sin haber sido entrenadas para ello?
- En diez palabras o más, ¿qué saben realmente las personas sobre sí mismas?
- ¿Es lo posterior a la verdad lo que sucede cuando nos tomamos la idea de pensar por uno mismo / uno mismo?
- ¿Qué hábitos o rasgos que en otros te molestan o te enojan, notas en ti mismo?
- ¿Por qué la gente odia a Sam Harris?
Además, no tenemos una manera viable de acceder a la realidad objetiva fuera de las diversas ficciones que conforman la experiencia humana. Esta es nuestra condición.
Sin una narración del yo, cómo llegamos a ser y cuál es nuestro propósito, perdemos la cabeza.
Esta es la conversación que debe tener con cualquier persona que haya sido demasiado seducida por alguna narrativa, religiosa u otra.