Es bastante natural que cuando logramos algo, nuestra autoestima o ego se eleva. Hasta cierto punto, esto es bueno; después de todo, también necesitamos un poco de confianza en nosotros mismos para motivarnos a lograr más cosas. Pero una vez más, demasiado ego no es bueno. Si comenzamos a sentir que somos mejores que casi todas las demás personas en este mundo y que somos casi perfectos, es hora de volver a alinearnos y equilibrar nuestro ego.
Entonces, ¿cómo podemos reducirlo exactamente?
En mi opinión, lo primero y lo mejor que podemos hacer es recordarnos de nuestros humildes comienzos. No siempre éramos tan hábiles, sabios, ricos o hermosos. Fue una combinación de factores y buena fortuna (la voluntad de Dios) lo que nos llevó al éxito. Dada una segunda oportunidad, puede que no seamos tan afortunados.
En segundo lugar, podríamos tener a mano citas como “Esto también pasará …”. Esta antigua cita ayuda a muchas personas exitosas y no exitosas, que, el momento presente (no importa cuán bueno o malo) pasará, al igual que el tiempo anterior. Después de todo, este mundo es transitorio.
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¡Espero que esto ayude!