Cuando los adictos al alcohol están en proceso de recuperación, tienden a volverse más egoístas y egoístas. Esto se debe al hecho de que solo piensan en sí mismos en este momento y, a veces, se pueden llevar a niveles extremos. Muestran comportamientos de reacción exagerada, culpan a los demás por sus acciones y siempre tratan de defenderse de amenazas y temores percibidos.
Los adictos al alcohol tienen dificultades para hacer frente al camino lleno de baches de la vida sin beber una cantidad considerable de alcohol. Suelen ser personas egoístas y egocéntricas. También pueden actuar inmaduros al menos para su edad.