No, en absoluto. Ya hay demasiados heridos y heridos, a todos se les da un trastorno mental después de un trastorno mental.
El uso de etiquetas es una forma de comunicarse y ser entendido. No se trata en absoluto de que alguien use etiquetas para lo que están hablando (de acuerdo con la psiquiatría).
Alguien que acaba de etiquetar a otros puede ser demasiado crítico y desconfiar de los demás, pero la mayor parte de eso es, tristemente, la cultura narcisista y el mundo demente en el que vivimos. Tenga en cuenta el contexto. Algo de lo que la psiquiatría hace tiempo que se ha olvidado de todo.
Gracias a la psiquiatría y al estadístico de diagnóstico Manuel (DSM, actualmente edición 5), la llamada “biblia” de la psiquiatría y dicha profesión han patologizado tanto de lo que es ser humano que lo último que alguien o humanidad necesita es otro ridículo “mental”. enfermedad “o” trastorno mental “.
- ¿Por qué la falta de preocupación por los demás o la compasión siempre parecen acompañar a la codicia?
- ¿Por qué alguien se referiría a sí mismo como mefistófeles?
- ¿Cuál es la explicación o proceso de pensamiento detrás del derecho? ¿Por qué las personas se sienten autorizadas?
- ¿Qué dice la gente que me molesta todo el tiempo? ¿Cómo puedo tener más confianza?
- ¿Qué es lo que a la gente le gusta tanto del K-pop y K-dramas?
La psiquiatría ha ido demasiado lejos con el DSM 5 perdiendo mucha credibilidad con muchos psiquiatras y muchos otros profesionales que trabajan en Salud Mental.
Para no decir nada de los anteriormente conocidos como “Consumidores psiquiátricos”, un gran número de ellos han sido más perjudicados que ayudados.
El uso de etiquetas que la psiquiatría ha puesto en nuestro vocabulario humano no es más que un “trastorno mental”.
Si no es así, tenga cuidado con el sándwich de jamón que la psiquiatría está a punto de diagnosticar de tener un NUEVO “trastorno mental”. Esto es hasta qué punto los límites de “promedio de salud” y “relativamente normal” casi han sido borrados por la psiquiatría y su empuje de los medicamentos de Big Pharma.