¿Por qué todos se presentan de manera diferente?

¿Diferentes entre sí? ¿O diferentemente de lo que realmente son?

Lo primero es fácil: tan similares como todos lo somos, y tantos (más de lo que imaginamos) rasgos / experiencias / sentimientos que tenemos en común: Todos somos individuos. Único en innumerables maneras.

El segundo es un enigma filosófico profundo que se responde mejor en forma breve y breve: queremos que nos gusten. Tenemos cuidado de no ser aceptados. Tememos que la exposición excesiva de nuestro “verdadero” yo resulte en el rechazo (o, lo que es peor, en la risa y el insultos). Así que planteamos y pretendemos y tratamos de adaptarnos a un NORMAL inexistente (o un “frío exótico” más difícil de precisar) para que a la gente le guste lo que parece ser.

Tal vez, una vez que nos gusten, podamos mostrarnos gradualmente las facetas del real y descubrir que no somos tan malos o raros como temíamos …