Dos de las emociones más básicas y poderosamente negativas que podemos experimentar son la culpa y la vergüenza.
La culpa dice: “Hice algo mal”. Para la mayoría de nosotros eso es terriblemente difícil de admitir.
La vergüenza dice: “Hice algo mal porque hay algo malo en mí”.
Muy pocos de nosotros manejamos sentirnos culpables; Casi nadie puede tolerar la vergüenza.
- Cómo dejar de ser políticamente correcto.
- ¿Por qué ciertas personas están interesadas en cosas diferentes que otras personas? ¿Qué causa que alguien disfrute naturalmente de algo mientras que alguien más puede odiarlo?
- ¿Por qué la gente quiere el reconocimiento de sus padres?
- ¿Por qué a las personas les resulta asqueroso si las hembras tienen vello corporal?
- ¿Qué piensa la gente sobre Arizona?
Sin embargo, tomamos decisiones erróneas o incluso tomamos decisiones buenas que van mal. Entonces, ¿cómo manejamos lo que esto dice sobre nosotros mismos, especialmente cuando el error es culpa nuestra?
Para la mayoría de nosotros, hemos aprendido a rechazar el proceso que nos llevó a cometer el error como una forma de disminuir la experiencia casi intolerable de sentirnos culpables o incluso de avergonzarnos. Sospecho que esta es la razón por la que está viendo las vacilaciones en el comportamiento y el diálogo personal de su hombre.
Probablemente lo mejor que puedes hacer es modelar el manejo de estas emociones bien. Demuestre que ninguno de ellos define quién es usted y que no pueden destruir su autoestima. Quizás con el tiempo él también aprenderá esta invaluable lección.