Esta sería una de esas circunstancias en las que no tendría más remedio que reírme y sacudir la cabeza. Siempre que haya sido un accidente, no hay daño, no falta. Al elegir una bebida servida me sucedió algo similar que cuando me la entregaron terminó conmigo. Brrrr! Creo que la vida tiene una forma de perforar nuestros delirios de competencia cuando es necesario.
Confía en mí. No soy una persona alegre. Pon la otra mejilla en todo momento. En realidad estoy deprimido. A veces solo necesitamos una sorpresa completa, incluso si está en nosotros, para romper nuestra complacencia. Slapstick y el perdón se adaptan entre sí.