Es una táctica de servicio al cliente bastante común que algunas empresas utilizan para comenzar diciendo gracias por ponerse en contacto con la empresa, sin importar si se trata de una queja o no. Lo reconoce como cliente y también se presenta como una interacción amistosa que puede aliviar un poco el antagonismo que una persona puede sentir, ya que es un comentario amistoso y es difícil enojarse con alguien que es amigable.