Sepa cuándo no obtiene los resultados esperados.
Cuando te subestimas, te pones mucha presión. Eso le impide actuar como debe y por eso no obtiene los resultados deseados.
Cuando te sobreestimas, piensas que todo es muy fácil de perder tu tiempo. Por lo tanto, trabajas menos o no trabajas, por lo que no obtienes resultados.