La locura ya no es realmente un término psiquiátrico, pero si consideramos la psicosis grave como ‘locura’:
Perder el rastro de lo que vemos como realidad es aterrador porque arroja al mundo a una confusión aún mayor de lo que ya es. Si pierdes la referencia para enmarcar tu mundo y distingues entre la realidad y el engaño, estás a la deriva en un mar de influencias cacofónicas que compiten por tu atención.