La regla es que a la persona de mayor edad, a la mujer, si se refiere a ambos géneros, oa la persona de mayor nivel social, se les concede el derecho de paso y, especialmente, la vía interna, la más alejada del tráfico o la más cercana a las paredes. Por supuesto, debe equilibrar los 3 factores: una joven muy educada de 16 años dará paso a un hombre mayor de 70, y este último dará paso a una princesa de 12 años.
Aparte de eso, todas las cosas son iguales, el individuo más educado cede. Se produce una excepción cuando dos machos jóvenes o adultos están en ruta de colisión y te das cuenta de que el otro es consciente del choque inminente y camina deliberadamente esperando que el otro ceda. La manera que tiene el caballero de lidiar con esta situación, asumiendo que uno está verdaderamente solo y sin una mujer a su lado, es mantener la cara seria y embestir a los insolentes con toda su fuerza. La cortesía y la cobardía son mutuamente excluyentes y los matones deben mantenerse alerta.