El ciberacoso es fácil y, a menudo, anónimo. Es de bajo riesgo el acoso. Ofrece al abusador la oportunidad de infligir daño con poco riesgo.
Para aquellos que no intimidan en persona, es una forma barata de sentirse bien consigo mismos a expensas de los demás, pero sin tener que enfrentar realmente a su víctima.