La virginidad como la vida-muerte es una calle de sentido único. Una vez que lo cruces no hay retorno. No hay mucho daño en perder la virginidad, pero ser conscientes del hecho de que no pueden volver a la normalidad, asusta a la gente.
La virginidad no significa solo un cambio físico en una parte del cuerpo, también hay un cambio en la mentalidad. El ser humano es realmente avanzado pero aún somos animales. Creemos que servimos a un propósito más elevado en la vida que solo dar a luz a la próxima generación.
Pero una vez que tienes sexo y lo disfrutas, tu pensamiento cambia. Dado que el placer del sexo es natural, no hecho por el hombre ni forzado, cuando hay elecciones que hacer, instintivamente elegimos el sexo sobre otras actividades. Esto nos distrae de otros objetivos más importantes de la vida.
El sexo es una adicción. La única forma de controlarlo es no iniciarlo. Por eso a la gente le importa la virginidad.