Hablar contigo mismo, resulta que es un signo de genio.
Las personas más inteligentes de la tierra hablan consigo mismas. Mira los monólogos internos de los más grandes pensadores. ¡Mira la poesía! ¡Mira la historia!
Albert Einstein habló consigo mismo. Él no era un ávido mariposa social cuando estaba creciendo, y prefería quedarse solo.
http://Einstein.org informa que “solía repetir sus oraciones para sí mismo en voz baja”.
- ¿Nos dividen las naciones y la nacionalidad?
- ¿Qué hago cuando las personas no devuelven mis libros?
- ¿Por qué a la gente no le gusta una persona tranquila?
- ¿Hay alguna manera de detener o ralentizar mi proceso de pensamiento? Es irritante Por favor responde.
- ¿Por qué un hombre con el que dormiste pocas veces querría salir contigo años después?
¿Como puedes ver? No estoy solo, y no estoy completamente loco. Simplemente soy muy inteligente. ¡Decir ah!
Hablar contigo mismo hace que tu cerebro funcione de manera más eficiente.
En un estudio impreso en el Quarterly Journal of Experimental Psychology, los psicólogos Daniel Swigley y Gary Lupya plantearon la hipótesis de que hablar con uno mismo era realmente beneficioso.
Todos somos culpables de eso, ¿verdad? Podríamos también celebrarlo y estudiar los beneficios.
Aprendes de niño hablando contigo mismo.
Los bebés aprenden a hablar escuchando a los adultos e imitando lo que dicen. Hablar es todo acerca de la práctica.
Necesitamos escuchar nuestras voces para aprender a usarlas.
De acuerdo con Live Science, “el habla autodirigida puede ayudar a guiar el comportamiento de los niños, ya que los niños a menudo se pasan paso a paso a través de tareas como atarse los cordones de los zapatos, como si se recordaran a sí mismos concentrarse en el trabajo en cuestión”.
Piensa en todos los munchkins que conoces. ¿No los has visto hablar solos mientras juegan con un carro de juguete o con tu animal de peluche favorito?
Si un niño pequeño está jugando con sus carros de juguete, podría decir: “El carro pequeño puede pasar por esta puerta del garaje, pero el camión grande es demasiado grande”. Al mismo tiempo, probará cuál de los carros caben dentro El garaje de juguetes.
Un niño aprende hablando a través de sus acciones. Al hacerlo, recuerda para el futuro cómo resolvió el problema. Hablar a través de él le ayuda a entender el mundo.
Hablar contigo mismo te ayuda a organizar tus pensamientos.
Lo que más me ayuda cuando hablo conmigo mismo es que soy capaz de organizar los innumerables pensamientos salvajes que corren desenfrenados por mi cerebro.
Escuchar mis problemas vocalizados calma mis nervios. Estoy siendo mi propio terapeuta: la voz externa me está ayudando a superar mi cerebro a través de mis problemas.